Siempre hacia Adelante
«El éxito lo alcanzan y lo conservan quienes lo intentan y lo siguen intentando».
Napoleón Hill
Sabias palabras y,… ¡No se diga más! Hoy y siempre, es un buen día para seguirlo intentando. Todos los resultados negativos que has obtenido hasta el momento, han sido grandes aprendizajes, así que hoy te invito a intentarlo de otras maneras y a continuar intentándolo.
“Insistir, persistir más nunca desistir”, no lo olvides. Si sigues intentándolo… SUCEDERÁ, ¿No me crees?, te invito a leer con atención la siguiente historia:
Matilde Petra Montoya Lafragua nació en la Ciudad de México el 14 de marzo de 1857; fue la primera Médica mexicana.
Por su corta edad de 13 años, no pudo entrar a la Escuela Primaria Superior (secundaria), y entonces se inscribió en la Escuela de parteras y obstetras en la ciudad de Puebla.
A los 16 años ya era una partera reconocida y a los 18 años era preferida por las mujeres más que a los Médicos, y estos al sentir la amenaza, comenzaron una campaña de difamación muy fuerte que decía: “Mujer impúdica y peligrosa pretende convertirse en Médico”. Esto lo hicieron también porque se dieron cuenta de que quería ingresar a la Escuela de Medicina.
Lógico, con tanta difamación, decide irse a Veracruz a descansar un poco de todos los ataques y de toda la presión.
Y en su segundo intento, a la edad de 24 años, entra a la Escuela de Medicina, pero en el primer año, (gracias a la presión de sus compañeros), le dicen que no puede continuar, que las materias que ya había tomado con anterioridad, no le podrían ser revalidadas.
Y entonces se empieza a mover, y con la ayuda de algunos de sus compañeros “Montoyos” le autorizan estudiar por las tardes y noches esas materias para que pueda seguir estudiando.
Sigue avanzando a pesar de todas las críticas y presiones y cuando se va a graduar,… le dicen que no es posible ya que el reglamento decía: “No alumnas”, así que le escribe al Presidente de la República Porfirio Díaz y él autoriza la modificación del reglamento.
El día del examen, le niegan el acceso a la sala donde siempre se llevaban a cabo los exámenes recepcionales, pero minutos antes del examen, hablan de parte de la Presidencia para anunciar que el Presidente y su esposa Carmelita van de camino al examen de Montoya…
Y de repente, por arte de magia se abrió la sala negada. Montoya hace su examen y se convierte en la primera mujer mexicana en ser Doctora.
Una gran historia…, ahora el reto de cada uno de nosotros es seguir estos grandes ejemplos y continuar con paso firme hacia nuestros objetivos.
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